Retrospectiva de la obra de Mireia Vilar, una artista que, con su singular talento, consigue transformar lo ordinario en extraordinario. Su proceso creativo se origina en un lugar profundo y espiritual a través de la meditación. Este acto es el primer paso de un viaje que conecta mente, corazón y espíritu, estableciendo un diálogo íntimo entre artista y obra. Cada trazo de pintura, cada salpicadura de acuarela, surgen de un estado de calma profunda que permite que las emociones fluyan como manifestaciones de su ser interior. Las manchas de color devienen palabras, las formas; pensamientos y las texturas; vivencias. Cada pieza es una ventana en un mundo donde lo tangible y lo etéreo coexisten en perfecta armonía. Un virtuosismo que no se limita a la pintura. Mireia explora varias disciplinas —desde la ilustración hasta la escultura— a menudo con materiales reciclados, desafiando las fronteras convencionales del arte. Aquello que había sido previamente rechazado se convierte en bello ornamento. Un enfoque que no sólo resulta innovador, sino que también transmite un profundo mensaje sobre la sostenibilidad y el valor de rescatar lo olvidado.
Movida por un inagotable impulso experimentador, recientemente ha empezado a incorporar luz dentro de sus creaciones. La iluminación que emerge de sus elaboradas piezas, juega con los colores y las texturas, creando atmósferas que invitan el espectador a zambullirse en un viaje visual y emocional dentro de una experiencia multisensorial. Su arte no busca ser ortodoxo en términos académicos o técnicos, sino que aspira a evocar sentimientos, acariciando las fibras más sensibles del alma. Esta relación, casi mística, con su obra es una de las razones por las cuales la galería MiiM spais se ha convertido en referente dentro del barrio, como ineludible punto de encuentro para artistas, coleccionistas y amantes del arte. Todos atraídos por la perceptible energía que invade la suya sala de exposiciones, recordándonos la importancia de pararnos para poder reconectar con nuestro ser interior. La meditación con la que inicia su proceso artístico es, a su vez, un llamamiento a tomar conciencia del que realmente importa. Con cada nuevo proyecto, Mireia nos propone una forma de vida alternativa, a través del prisma de la conexión y la sostenibilidad.